Uno de los asuntos de los que no se suele hablar en la consulta del dentista en Gijón, porque se da por hecho que se cumple, es el proceso de esterilización y desinfección del instrumental y de todo el equipo que se utiliza en la clínica, un aspecto que, sin embargo, es una de las prácticas más importantes y de mayor trascendencia en cualquier centro sanitario para evitar el contagio de enfermedades entre pacientes.

En la Clínica Dental Cuesta y Ruisánchez, S.L. seguimos, como no puede ser de otra manera, los protocolos de desinfección e esterilización regulados por el Real Decreto 1591/2009, así como por las normas del Ilustre Consejo General de Colegios de Odontólogos y Estomatólogos, que se basa en cuatro fases bien diferenciadas: limpieza, desinfección, esterilización y almacenamiento, las cuales vamos a explicar en las siguientes líneas.

En primer lugar, la limpieza se refiere a que antes y después de cada jornada de trabajo una persona especializada en este tipo de limpieza se encarga de la misma en todos los espacios de la clínica, desde la recepción a la sala de espera, gabinetes y diferentes zonas de trabajo, con el objetivo de eliminar la mayor parte de los microorganismos. Sin embargo, hay que completar este proceso en la consulta del dentista en Gijón con la desinfección con procedimientos físicos y químicos que eliminan los microorganismos, aunque no las esporas.

Para esto precisamente es la esterilización, quizá el proceso más importante, que elimina cualquier microorganismo, evitando cualquier infección. Este proceso es el que se realiza mediante autoclaves, que deben ser de última generación y estar sometidas a un control diario y semanal, para acabar con el almacenamiento del material en muebles adecuados para que no se perforen los sobres y conserven su aislamiento estéril.